Esta pregunta aparentemente simple podrÃa parecer tener respuestas directas y sencillas. Muchos dirÃan que la leche viene de las vacas, mientras que otros podrÃan pensar en supermercados o pequeñas tiendas de barrio. Sin embargo, estas respuestas solo revelan una fracción del complejo sistema de abastecimiento alimentario. Comprender cómo funciona este sistema, y en particular, el rol de los actores que lo impulsan, es un desafÃo crucial.
Este entendimiento es fundamental para el diseño de polÃticas públicas y estrategias orientadas a asegurar el suministro alimentario sostenible a mediano y largo plazo. Este desafÃo se alinea con el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: hambre cero.
El libro “Pequeños productores, ciudades y leche: desafÃos en el abastecimiento alimentario en los Andes norte del Ecuadorâ€, editado por el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) en colaboración con el Instituto Panamericano de GeografÃa e Historia (IPGH), aborda precisamente este tema. En sus páginas, se exploran en profundidad los desafÃos y estrategias de los pequeños productores lecheros, centrándose en dos casos especÃficos: las localidades de Machachi y Nono.
Estos dos lugares se contrastan notablemente en su función dentro de la dinámica lechera regional. Por un lado, Machachi emerge como un clúster de producción lechera donde la interacción de una diversidad de actores y servicios sustenta la producción, la intermediación, la transformación y la comercialización de productos lácteos. Por otro lado, en Nono, la actividad lechera, aunque menos dinámica, sigue siendo esencial para los productores locales.
Los contrastes más evidentes no se hallan al comparar estas áreas geográficas, sino al examinar los diferentes sistemas de producción. Estos sistemas varÃan principalmente en función del acceso a la tenencia de la tierra, diferenciando entre pequeños, medianos y grandes productores. Cada uno enfrenta realidades únicas en su lucha por mantenerse en un mercado competitivo y cambiante.
Históricamente, el abastecimiento de lácteos hacia las ciudades ha otorgado un papel prominente a los grandes productores, asociados tradicionalmente con las haciendas. Sin embargo, en las últimas décadas, los pequeños productores han comenzado a desempeñar un papel cada vez más importante en este mercado. Esta tendencia refleja no solo las intensas presiones que han tenido que enfrentar estos productores para adaptar sus sistemas de producción a nuevas realidades, sino también su impresionante capacidad de innovación y de integración con las dinámicas urbanas.
Los pequeños productores, para insertarse en este mercado, han tenido que superar varios retos significativos. Inicialmente, el desafÃo de producir leche en condiciones adversas: terrenos limitados, pastos de bajo valor nutritivo, variabilidad climática, y grandes distancias a vÃas de comunicación principales, sumado a limitaciones en el acceso al riego. Estos factores han restringido su capacidad de competir en igualdad de condiciones con los grandes productores, quienes, beneficiándose de economÃas de escala, reciben precios más altos por su leche.
Esta situación desfavorable para los pequeños productores, asà como para la resiliencia de los sistemas de abastecimiento alimentario, destaca la necesidad urgente de polÃticas públicas territoriales. Estas polÃticas territoriales deben ser cuidadosamente diseñadas, teniendo en cuenta las caracterÃsticas únicas, tanto en términos de potencialidades como de desafÃos, de cada área especÃfica. La participación activa de todos los actores involucrados es crucial en este proceso. El objetivo es construir sistemas de abastecimiento alimentario que no solo sean resilientes en el mediano y largo plazo, sino que también sean capaces de sustentar el crecimiento poblacional, tanto a nivel global como en Ecuador.
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Apropiados comentarios aunque muy superficiales …