Dos sistemas agrícolas y agroforestales biodiversos de Ecuador fueron reconocidos como Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial (SIPAM) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El programa de los SIPAM fue creado por FAO en 2002 con el objetivo de salvaguardar y sostener a los sistemas del patrimonio agrícola mundial.
La iniciativa promueve la comprensión, la toma de conciencia y el reconocimiento nacional e internacional de los sitios de patrimonio agrícola y propone alcanzar la salvaguarda de los bienes y servicios sociales, culturales, económicos y ambientales que estos sistemas proveen a los agricultores familiares, pequeños productores, pueblos indígenas y comunidades locales, la iniciativa fomenta un enfoque integrado de agricultura sustentable y desarrollo rural.
De acuerdo con los criterios de selección, los sitios deben revestir una importancia mundial, contribuir a la seguridad alimentaria, la seguridad de los medios de vida y la agrobiodiversidad nativa, los sistemas de conocimiento ancestrales, los valores sociales y la cultura, así como constituir paisajes extraordinarios.
Los sitios elegidos se encuentran en las montañas de los Andes y otro en la región amazónica de Ecuador. Estas “chakras” han prosperado gracias a la acción colectiva de los pueblos indígenas, los que han garantizado la gestión sostenible de los recursos naturales y la soberanía alimentaria a lo largo de los siglos.
“La designación de estos sitios en Ecuador impulsa el empoderamiento de las mujeres, ya que el 80 % de las chakras las administran mujeres indígenas, conocidas localmente como Chakramamas, que utilizan valiosos conocimientos tradicionales en la conservación dinámica, el uso sostenible y el funcionamiento diario de estos sitios”, explicó María Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.
Con las últimas incorporaciones a la lista de sistemas del patrimonio agrícola mundial, la red mundial de la FAO tiene 74 sistemas reconocidos en 24 países de todo el mundo.
En América Latina y el Caribe ya existían cinco sistemas en cuatro países: uno en Brasil, en Minas Gerais; uno en Chile, en Chiloé; dos en México, en Ciudad de México y Península de Yucatán; y uno en Perú, en los Andes.
FUENTE: FAO