Un total de 164 productores agropecuarios de la zona rural de Junín culminaron el programa de comunidades de aprendizaje, desarrollado junto a la GIZ, Fundación Maquita y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGP).
Los participantes, todos pertenecientes a la Agricultura Familiar Campesina (AFC), completaron 14 módulos de formación en buenas prácticas agrícolas y pecuarias, orientados a impulsar la economía solidaria y la producción sostenible en sus territorios.

Laura Londoño, directora Distrital del MAGP, destacó el rol estratégico de la AFC en el desarrollo rural. “Adquirir conocimientos permite mejorar cada día. Nuestro compromiso es acompañarlos para fortalecer su productividad y la economía de sus familias”, señaló.
Desde la cooperación internacional, Luciano Ponce, coordinador de ELKE/GIZ, resaltó que esta graduación refleja el compromiso con el comercio justo, los modelos sostenibles y el fortalecimiento de la AFC.
Estefanía Muñoz, representante de Fundación Maquita, afirmó que el trabajo conjunto con las comunidades busca transformar vidas y elevar la productividad rural.

La capacitación contó con el apoyo técnico del MAGP y el acompañamiento permanente de Maquita y ELKE/GIZ. En nombre de los graduados, Igna Bravo agradeció la oportunidad de adquirir herramientas que ya aplican en sus fincas.
El modelo de comunidad de aprendizaje fomenta el intercambio de saberes, la adopción de prácticas innovadoras y la preservación de conocimientos ancestrales.
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