Según el Instituto Genético de la Facultad de Medicina – UMSA, el chocho, como se lo conoce en Ecuador y tarwi, en Bolivia, “es un alimento antimutagénico que evita la deformación celular al ser antioxidante. Sin duda un alimento lucha contra el cáncer preventivamente.â€
En la sierra, sobretodo en Quito, este producto se lo vende popularmente preparado como “cevichochoâ€, entre los principales clientes están los estudiantes colegiales y universitarios.
Muchos desconocen las potencialidades de los granos andinos que contienen gran cantidad de proteÃnas, vitaminas y minerales que son importantes para un mejor funcionamiento del metabolismo y útiles para erradicar la desnutrición.
“Entre las propiedades del chocho (tarwi) están su alto contenido de proteÃnas de origen vegetal como la metionina y triptofano. La primera actúa como un excelente antioxidante, para la descomposición de grasas. Evitar la acumulación de grasa en el hÃgado y arterÃas. El segundo es un relajante natural que ayuda a aliviar el insomnio, reduce la ansiedad y la depresión, y aumenta la liberación de las hormonas de crecimiento, entre otrosâ€
Lupinus mutabilis es el nombre cientÃfico de esta leguminosa conocida en Bolivia como tarwi (quechua) y tauri (aymara). Crece entre 2.000 a 4.000 metros de altura en Perú, Bolivia y Ecuador. Es un grano que tolera muy bien las bajas temperaturas y tiene un alto valor nutritivo en proteÃna, siendo de gran valor para la industria.
El chocho posee un importante valor proteÃnico, por sus altos contenidos de grasa, hierro, calcio y fósforo. Su consumo es recomendado para niños en etapa de crecimiento, mujeres embarazadas y en la lactancia. Desde siempre las culturas prehispánicas valoraban este alimento y lo utilizaban también como abono para la agricultura.
“Esta leguminosa contiene minerales como: zinc, potasio, magnesio, en poca cantidad vitamina C y E, complejo B, omega 3 y 6 en mayor cantidad que la linaza. Su omega 3 sirve para combatir problemas nerviosos que en dosis mÃnima estimula el sistema nerviosoâ€, explicó la nutricionista.
El sabor del chocho no es ni dulce ni salado, tiene un sabor amargo (alcaloide) cuando está con su cáscara, pero una vez que es lavado entre un 70 a 80 por ciento de esto desaparece. Su semilla es utilizada como fertilizante para la tierra.
“Contiene 10 veces más calcio que la leche. Si los niños consumieran este producto en forma de leche serÃan beneficiados con el aminoácido de la lisina que es útil para la absorción de calcio en los huesosâ€.
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