Colectivos ciudadanos, juntas de riego, comunas y comunidades del cantón Espíndola, expresan su preocupación ante la contaminación de las vertientes de agua que abastecen las zonas rurales. Los habitantes señalan como responsable a la empresa minera Osos Negros Company, de Canadá, que opera en la Reserva Hídrica del Alto Páramo, afectando el ecosistema y los recursos hídricos que sustentan a varias localidades.
Esmeralda Vicente, representante del colectivo Juntos por el Agua, señaló las dificultades y amenazas que enfrentan quienes defienden el territorio. “No sabemos si es temor o agresividad, pero hemos sido amenazados y atropellados. Nuestro único objetivo es salvar el páramo, porque de él vivimos”, expresó. Agregó que el colectivo integra a diversas organizaciones y ciudadanos comprometidos con la protección del agua y la naturaleza.
Además, destacó que otras agrupaciones como Espíndola Verde y Sembrando Vida han logrado avances significativos, como la declaratoria de más de 16,000 hectáreas de área protegida de interés hídrico en el territorio El Airo.
A decir de la activista, las acémilas de la empresa minera están ingresando en áreas protegidas donde habitan especies como osos, venados y guantas, generando un impacto negativo en el ecosistema. También señaló que las heces de estos animales contribuyen a la contaminación de las fuentes hídricas, agravando los problemas de acceso al agua limpia para las comunidades.
Hipólito Jaramillo, defensor de la naturaleza, denunció el “ecocidio” que podría ocasionar la presencia de la minera en Espíndola y otros cantones vecinos como Quilanga, Calvas y Catamayo. “El agua que usamos para riego y consumo humano proviene de esta reserva hídrica. Las autoridades deben actuar; el 82% de los habitantes rechazamos la minería”, manifestó.
También indicó que el 4 de septiembre presentaron un documento al cabildo de Espíndola solicitando la declaratoria de zona libre de minería. Sin embargo, hasta la fecha no han recibido respuesta del alcalde ni de los concejales. Como parte de su lucha, los colectivos organizaron una marcha pacífica el 21 de noviembre, durante los actos por la cantonización de Espíndola, logrando una amplia participación ciudadana.
“El pueblo está decidido a proteger sus recursos. Aunque las concesiones estén otorgadas, el poder del pueblo puede revocarlas para defender el agua y la vida”, afirmó Jaramillo.
FUENTE: LA HORA