En América Latina y el Caribe, el 39 % de los jóvenes trabaja en los sistemas agroalimentarios, ya sea directamente en la producción o en actividades vinculadas a la cadena alimentaria. Las cifras varían entre el 36 % en América del Sur y el 42 % en Centroamérica, según el nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), titulado “La situación de los jóvenes en los sistemas agroalimentarios”. El documento analiza la participación, los desafíos y las oportunidades de los más de 1.300 millones de jóvenes en el mundo.

El estudio destaca que la juventud es un actor esencial para garantizar la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y la innovación en los sistemas agroalimentarios. Sin embargo, enfrenta barreras estructurales que limitan su desarrollo. En la región, el 51 % de los hombres jóvenes y el 75 % de las mujeres jóvenes tienen empleos vulnerables en el sector agrícola.
El informe también revela que los jóvenes, especialmente las mujeres, tienen más probabilidades de desempeñar trabajos precarios, de baja cualificación y mal remunerados. En las zonas rurales, las mujeres jóvenes cuentan con menos oportunidades para estudiar, trabajar o capacitarse y, con frecuencia, no pueden acceder a empleos de tiempo completo debido a la carga de cuidado que asumen en sus hogares. Reducir esta brecha, señala el estudio, podría generar un impacto económico significativo: aumentar el PIB mundial en un 1,4 %, equivalente a 1,5 billones de dólares.

El documento también advierte que las recesiones económicas y los efectos del cambio climático afectan de forma desigual el empleo juvenil en los sistemas agroalimentarios. Por ello, la FAO subraya la urgencia de fortalecer la resiliencia de los jóvenes, mejorar su acceso a tecnologías digitales y potenciar su capacidad de adaptación.
Durante el lanzamiento del informe en América Latina y el Caribe, Benjamín Davis, director de la División de Transformación Rural, Inclusiva e Igualdad de Género de la FAO, destacó que el estudio “ofrece una visión integral sobre la situación de mujeres y hombres jóvenes, y refleja cómo pueden actuar como catalizadores de la transformación de los sistemas agroalimentarios”.
El evento reunió a representantes de gobiernos, organizaciones juveniles y socios estratégicos para analizar las implicaciones del informe en la región y promover la inclusión de la juventud en la construcción de sistemas alimentarios más sostenibles, inclusivos y resilientes.
FUENTE: FAO












