El Parlamento Europeo respaldó la propuesta de simplificar y retrasar un año la aplicación del Reglamento europeo sobre deforestación (EUDR), con el fin de facilitar la adaptación de empresas, administraciones y países proveedores a las nuevas obligaciones de diligencia debida. Esta norma, aprobada en 2023, busca asegurar que productos como ganado y materias primas agrícolas que ingresan a la UE no provengan de áreas deforestadas.

Un año adicional para cumplir
Con la ampliación del plazo, los grandes operadores y comerciantes deberán aplicar el EUDR desde el 30 de diciembre de 2026, mientras que las pequeñas empresas —con menos de 50 empleados y menos de 10 millones de euros de facturación— tendrán hasta el 30 de junio de 2027.
El objetivo es dar tiempo para fortalecer el sistema informático donde se registran las declaraciones de diligencia debida y para adecuar los procedimientos administrativos en los Estados miembros.

Menos carga para los pequeños operadores
La Eurocámara también propone que solo las empresas que introducen los productos por primera vez en el mercado europeo presenten la declaración de diligencia debida, y no todos los eslabones de la cadena. Las compañías más pequeñas presentarían una versión simplificada.
Además, el Parlamento solicita una revisión del reglamento antes del 30 de abril de 2026 para evaluar su impacto y la carga administrativa que genera.
La propuesta fue aprobada con 402 votos a favor, 250 en contra y 8 abstenciones, abriendo el camino para negociar con el Consejo y cerrar el texto final antes de 2025.
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