Según una publicación del diario Expreso “Las plagas afectan a los arroceros, especialmente a los de la provincia de Los Ríos, que es el segundo lugar donde más se siembra la gramínea después del Guayas. Los agricultores advierten que, si el Ministerio de Agricultura no aplica un plan para detener el problema ahora, con el tiempo podría ocurrir lo mismo que pasa actualmente con el plátano verde por el ataque del moko: no hay suficiente producto y el alimento se ha encarecido, provocando que una racima pase de costar tres dólares a ocho”.

El matutito porteño señala que datos oficiales, en la provincia de Los Ríos, cantón Babahoyo, parroquia Febres Cordero, solo en la localidad Cedege existen 10.509 hectáreas sembradas de arroz. El Ministerio de Agricultura informó a Diario EXPRESO que, hasta la fecha, ha realizadovisitas técnicas en 176 sitios de producción (1.678,90 hectáreas), en los que se determinó visualmente la presencia de sogata en una superficie estimada de 858,44 hectáreas.
En laprovincia del Guayas se monitorearon 40 sitios de producción en los cantones Alfredo Baquerizo Moreno, Colimes, Daule, El Triunfo, Naranjal, Samborondón y Santa Lucía, cubriendo alrededor de 1.115,53 hectáreas, de las cuales, en una superficie estimada de 1,41 hectáreas, se detectó la presencia de la plaga.
Uno de los agricultores afectados en la provincia de Los Ríos es Darío Chica, quien invirtió 5.000 dólares en nueve cuadras de arroz. Como la plaga de la sogata lo perjudicó, en lugar de cosechar 325 sacas solo obtuvo 150. Ahora está endeudado y requiere ayuda para volver a sembrar y recuperarse.

“Mi inversión es más alta, porque solo el arriendo de las tierras cuesta 2.000 dólares. Hice un préstamo y ahora tengo que ver qué hacer para pagar ese dinero”, contó con un tono en el que la preocupación se adelantaba a las palabras.
Diario EXPRESO recorrió Santa Lucía junto al ingeniero agrónomo y exrector del colegio Galo Plaza Lasso, Kléber Rugel. Él detectó en un cultivo la presencia de varias plagas: sogata, hydrellia y la falsa langosta. Hay que hacer una adecuada investigación de plagas, que se una la academia. Urge encontrar una solución y que el INIAP sea fortalecido.
“Esto es lo que está pasando en muchos cultivos donde no hay buenas prácticas agropecuarias. Parte de la solución es que el Ministerio de Agricultura organice talleres para capacitar al trabajador de la tierra”, enfatizó Rugel.
Agregó que el arroz es un cultivo que debe vigilarse a diario, para tomar medidas a tiempo. “Aunque el problema también radica en que el agricultor va a la tienda de insumos, cuenta cómo está el sembrío y el vendedor, que no es ingeniero agrónomo, le entrega lo que a su parecer puede ayudar a que no se pierda ese cultivo”.
Para demostrar la problemática, al azar se visitó un cultivo donde el productor creía que tenía sogata, pero no era así. El inconveniente puntual allí era lafalta de nutrientes y la presencia del barrenador.
Una mala práctica que todavía se hace es quemar la tierra después de la cosecha, el efecto es que se reduce la materia orgánica y eliminan microorganismos esenciales para la fertilidad, advirtió Rugel.
Otro problema es la calidad de la semilla que se usa, por lo general no es la certificada, por ser más cara. Aquí se pide que se aproveche a todas las personas que son expertas en semillas. “Ya es momento de capacitar al agricultor”, reiteró Rugel.
FUENTE: DIARIO EXPRESO