En las últimas semanas, ciudadanos, especialmente extranjeros, han empezado a caminar por las calles, pararse en los semáforos o ingresar a los locales; vendiendo fundas de basura. Dueños de locales sienten temor porque reciben palabras soeces —cuando no adquieren el producto—.
El costo del paquete de fundas de basura es de USD 1, que contiene de 10 a 15 unidades.
A decir de Mariana Castro, propietaria de un local, su trabajo es digno, pero molesta la entrada de personas a expender, y lo preocupante es que se camufla gente de “dudosa procedenciaâ€.
“Algunas veces han intentado sustraerme enseres de bisuterÃa o en otras ocasiones he recibido palabras groseras ya que creen que tengo recursosâ€, dijo.
Criterio similar tiene Adrián Armijos, quien ha optado por no dejar ingresar a este tipo de personas a su local de ropa. “He sido vÃctima de algunos robos, pequeños, pero que al final afectan al negocio, he denunciado pero no he tenido la respuesta esperada, ya que este tipo de gente continúa por los sectoresâ€, acotó.
Aspira que las autoridades como la Intendencia y PolicÃa Nacional realicen controles más seguidos, especialmente a estas personas que cada dÃa van incrementándose en la ciudad. “Todos tenemos derecho a trabajar, pero deben ser respetuoso con las personas, solicitar la colaboración y agradecer en el caso de que no les comprenâ€, refirió.
Asimismo, a otros comerciantes les atemoriza esta situación, ya que poco se ha visibilizado porque piensan que es normal, pero desconocen a fondo las intenciones —puesto que ya han sido vÃctimas de robos.
FUENTE: LA CRÓNICA