Qué tristeza y qué indignación al mismo tiempo.- Nuestro querido paÃs parece como un barco sin capitán, al vaivén de las corrientes, sin rumbo, con tripulantes que corren de proa a popa sin atinar qué hacer.
El Sr. Lasso deberÃa estar organizando el paÃs para enfrentar el fenómeno del Niño. Debió comunicar al pueblo la gravedad de lo que nos espera y convocar a TODOS a prepararnos para enfrentar el impacto y mitigar las consecuencias de destrucción de infraestructura social, productiva y económica.
Debe convocar a sus gobernadores para que dejen la apatÃa y modorra que padecen los funcionarios cuando están contados sus dÃas. Ya son historia pero escriban sus páginas con dignidad.
ENCARGO A VICEPRESIDENTE ES UNA DESFACHATEZÂ
Me parece una desfachatez que el Presidente se lave las manos y, mediante decreto encargue al Vicepresidente que sea quien ponga la cara y el pecho ante tan grave situación, cuando jamás antes le ha dado poder ni mando ni autoridad y sabe, que su decreto es sólo un membrete porque el poder real está en otro lado.
PREFECTOS TIENEN QUE ASUMIR COMPETENCIAS
Por ello, debemos apelar a los Prefectos y Alcaldes del paÃs, especialmente a aquellos que están ejerciendo el cargo en las provincias que serán más afectadas, a asumir competencias –las que sean necesarias- que bien lo pueden hacer según la Constitución y el Cootad. Y si el gobierno central no se las da, pues se las deben tomar, asà como lo han hecho el Prefecto del Azuay y el Alcalde de Cuenca.- Ellos tienen que ponerse al frente de la situación.
AFECTACIONES
Los territorios que se afectarán más, son los que ocupan la cuenca del rÃo Guayas y, de manera especial, las cuencas del Daule y del Babahoyo. Pero también los territorios atravesados por los grandes y pequeños rÃos que van al PacÃfico. Esto es, las 5 provincias de la Costa.
Guayas, por ejemplo, tiene al Norte la presa Daule Peripa, el más grande embalse del paÃs, el sistema hidráulico más importante del PacÃfico desde Alaska a Chile, la única central hidroeléctrica de la vertiente del PacÃfico.-   Esta obra hidráulica, regula los caudales de agua del Daule, abastece de agua a la presa de Chongón desde la cual sale un canal hasta Playas y otro, va a alimentar la presa de La Esperanza en Santa Elena.- Alimenta la presa de la Esperanza en ManabÃ; a través del rÃo Tinto regula aguas del Babahoyo. Ya tuvimos la experiencia que, a última hora, sin aviso, abrieron las compuertas y se inundó Colimes, Palestina, Santa LucÃa, Daule, Nobol.- Pero, esta maravilla, no ha tenido mantenimiento ni atención por años de años y se maneja de manera centralizada.- HAY QUE CUIDARLA.
INFRAESTRUCTURA PRODUCTIVA
Peligra la infraestructura productiva y las plantaciones de banano y cacao en El Oro, Los RÃos y Guayas; peligra la infraestructura de camarón; peligra la infraestructura de arroz y maÃz, alimento básico de personas y animales donde trabaja los que hacen el tejido social de estas provincias.
PELIGRA LA INFRAESTRUCTURA DEL SISTEMA HIDRÃULICO MÃS IMPORTANTE: LA PRESA DAULE-PERIPA
No se ha dado mantenimiento a este sistema que regula caudales de agua de Guayas, ManabÃ, Santa Elena y Los RÃos.  Se maneja el sistema centralizadamente.
CONSECUENCIAS SOCIALES
Se inundarán pueblos, aldeas, sembrÃos, escuelas, hospitales, centros de salud. Habrá problemas con abastecimiento de agua segura, con alimentación, con salud, con educación, con viviendas, con los desechos sólidos y de aguas servidas.
Las consecuencias de las inundaciones serán de todo tipo pero, las sociales son muy graves.
Hay que prepararse para que la gente acceda a agua segura; para que pueda prepararse para poner a sus niños, ancianos, mascotas y enseres a buen recaudo; para que no falte el alimento básico; para enfrentar problemas de salud; para que no se paralice la educación.
TODOS A AYUDAR, MANOS A LA OBRA
Necesitamos capitanes en cada provincia y no son los empleados de la SecretarÃa de Riesgos, expertos en reunirse en mesas enormes y dar órdenes sin pisar territorio.
Necesitamos la colaboración de entidades del sector público y privado, de las universidades, de los jóvenes estudiantes universitarios, de las organizaciones de voluntarios, de las ONG. Pero coordinados todos.
Por: Cecilia Calderón, para AGROECUADOR TV