Entre las situaciones más impactantes que hemos sufrido durante esta pandemia, está el hambre y el desamparo de un alto porcentaje de familias a las que el Estado ecuatoriano tiene la obligación de garantizar acceso a alimentos suficientes y nutritivos “en correspondencia con sus identidades y tradiciones culturalesâ€.
Hemos visto también cómo la gente se desesperaba por obtener plantas medicinales. Esto resultó más impresionante en una ciudad en la que la mayorÃa de sus habitantes son migrantes, campesinos de sierra y costa, exiliados por la pobreza, exiliados de sus costumbres de comer de sus chacras y parcelas. AquÃ, en la ciudad, sólo nos circunda el cemento.
En consecuencia, urge que la Municipalidad de Guayaquil establezca como uno de los objetivos de su planificación, la soberanÃa alimentaria, esto es, que los guayaquileños no se mueran de hambre a pesar de su pobreza.  ¿Cómo hacerlo?
Algunas propuestas: arborización de calles, avenidas y veredas, con variados frutales y especies medicinales; huertos comunitarios en parques, solares vacÃos;  huertos familiares de jardÃn, terrazas, balcones y de traspatios; transformación de desperdicios orgánicos de viviendas y mercados, en compostaje; transformación de desechos limpios del mercado de transferencia en abonos orgánicos y producción de proteÃna en patios.
Sugerimos estrategias: procesos de organización popular utilizando diversas plataformas, incluyendo el sistema educativo, Fuerzas Armadas, iglesias, ONGs; procesos de capacitación permanente por vÃas electrónicas y radiales; inclusión de agricultores y campesinos del cantón Guayaquil con viveros; participación de las universidades en la investigación sobre usos, bondades, procesos de agregación de valor de plantas y rescate y producción de semillas para sostener genética de plantas tradicionales y otras.
Hay que tomar en consideración que el proceso de organización y participación ciudadana debe ser diferenciado en cada barrio, en razón del componente poblacional tan diverso de nuestra Casa Grande.
Nuestras propuestas tienen por objeto no sólo que los guayaquileños mejoren su calidad de vida sino sacar lo mejor de la gente, apoyando las iniciativas creativas de cada barrio, compartiendo buenas prácticas, dando tareas para jóvenes que asà encontrarán un aliciente que baje la tentación por drogas, prostitución y violencia.
Los huertos familiares representan espacios importantes de trasmisión y generación de conocimientos y valores, permiten el proceso de cohesión comunitaria, tan importante en momentos de crisis.
Por: Cecilia Calderón, para AGROECUADOR TV