La tórtola, es un ave que destaca por la fidelidad que hay entre los dos miembros de la pareja, ya que el arrullo constante que el macho tórtolo hace a la hembra o cómo se acarician entre sí con el pico, cuando una de las dos tórtolas fallece no vuelven a juntarse con otro animal de su especie.
Por eso es común que cuando se ve a una pareja de enamorados se les llame “tortolitos“, o se suela decir parecen tortolitos. Sin embargo, es poco conocida la razón por las que se les da este apodo, pues en la actualidad pocas personas crían tórtolas.
Las palomas son símbolo del amor eterno. Y es que, a diferencia de muchas otras aves y animales, son estrictamente monógamas, es decir, se mantienen unidas a una sola pareja para toda su vida.
Como pasa en algunos casos en la vida humana, cuando la pareja de una paloma muere, para la otra es muy difícil superar la tristeza y sólo en casos excepcionales encuentran otro compañero.
La relación de las palomas empieza con el cortejo, tras lo cual permanecerán juntas todos los años y tendrán crías en cada temporada. Siempre, el macho cortejará a la hembra, como si se tratara de un enamoramiento perpetuo. La imagen es tal, que llegó permeó el imaginario de los griegos, quienes vincularon a la paloma con Afrodita, la diosa del amor.
Así que ya sabes, aunque resulten molestas, las palomas también tienen emociones. Si alguien maltrata o daña a una tórtola, indirectamente está dañando a otra, a la que posiblemente ame.
(CON INFORMACIÓN DE MÉXICO DESCONOCIDO – DIARIO LA VERDAD)