La comunidad migrante que trabaja en la industria agropecuaria estadounidense viv momentos de gran incertidumbre ante la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump implemente medidas de deportación masiva, como prometió en su campaña presidencial.
Estas acciones podrían afectar gravemente a un sector que depende en gran medida de trabajadores indocumentados, quienes representan aproximadamente el 50% de la fuerza laboral agrícola contratada, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).

La industria agrícola en estados como California, que produce un tercio de las verduras y tres cuartas partes de las frutas y nueces del país, podría sufrir severamente si se pierden campesinos migrantes.
Según el Centro Comunitario y Laboral de la Universidad de California-Merced, el 75% de los 400,000 trabajadores agrícolas en California carece de un estatus migratorio legal, lo que coloca a esta fuerza laboral en una posición vulnerable frente a posibles redadas y deportaciones.
Gremios de la industria han advertido que la deportación de estos trabajadores podría paralizar la producción de alimentos y generar desabasto a nivel nacional.

Para afrontar la incertidumbre, organizaciones en favor de los migrantes intensifican sus talleres y servicios legales. Estas capacitaciones, que incluyen simulaciones de encuentros con autoridades migratorias, buscan preparar a los trabajadores para proteger a sus familias y minimizar los impactos de una posible deportación.
En los talleres, se les asesora sobre cómo designar tutores temporales para sus hijos, asegurar acceso a sus salarios y tramitar documentos para sus familiares nacidos en Estados Unidos. No obstante, los activistas estiman que las barreras geográficas y lingüísticas ponen a los jornaleros en una posición más precaria que otros sectores.
El miedo a la separación familiar es una de las principales preocupaciones entre los trabajadores. Según el Centro de Investigación Pew, 4.4 millones de niños nacidos en EE.UU. tienen al menos un padre sin documentos.
Pese a los esfuerzos de las organizaciones comunitarias, el panorama es incierto y los activistas por los migrantes se están preparando ante cualquier eventualidad.
FUENTE: AVICULTURA MX